viernes, diciembre 30, 2005
El faro de la nostalgia (recuerdos playeros de mi abuela)
La resaca del día anterior me hacia sentir las ganas inmensas de respirar aire fresco, desintoxicarme del tabaco fiestero, y decidí ir a la playa. Era verano, tome la Lianco, tome el olor a bronceador, a frutas de la estación, a panes con chancho para que el niño no pase hambre y sentí el calor de quienes esperan escapar del sol, con ese evento social que es ir a la playa “El Faro”.
La verdad es que la idea era tomar aire marino, no broncearse, no bañarse, aunque vestía el uniforme playero adolescente, la idea era solo cumplir mi misión: ir a buscar a mi abuela a la casa de una amiga cuica y traerla a casa sana y salva.
Toque el timbre y vi un montón de señora degustando pastelitos, mi abuela me salvo de entrar y salio de inmediato, me conoce. Decidimos cruzar a la playa un rato para aprovechar la tarde.
Ella puso una toalla que traía y se acostó en la arena: “yo venía cuando chica para acá” dijo rompiendo el silencio, “lo de atrás era puras parcelas, puras como cañas que había que cruzar para encontrase con el mar”, regalando un fragmento de memoria serenense. Confirmo, mirándome, si su relato me interesaba y continuo: “El Faro era otro porque una vez se salio el mar” dude de sus palabras, pero sus datos certeros no dejaban dudas. A veces no se acuerda de su teléfono o de su RUT, pero si se trata de la niñez, la precisión, la lucidez, es increíble.
Me fui a bañar pensando en todas las historias que había vivido frente a ese mar, lugar de encuentro de La Serena de principios del siglo pasado.
“Hay bandera roja mijito, cuidado, grito” y era verdad, y es que la marea del faro es tan peligrosa que todo el sector flamean banderas rojas, como si fueran días de revolución, esas que mi abuela vivió durante los 60 y 70 con todo el recelo de su inocencia conservadora.
Cuando volví tenia los pies metido en la arena y jugueteaba como una niña, y esa playa popular donde el Reggeton luchaba contra el sonido de las olas reventándose, se convertía en el escenario de sus recuerdos, algunos se los guardaba, otros se le escapaban, para compartirlos conmigo, como una vez que lloro todo un día por ver una gaviota muerta o cuando, con su hermano, se metieron mas allá de la ola de chocolate y de una fueron arrojados a la orilla, “porque hay que tenerle respeto al mar”, dice en tono de sermón. De repente, la banda de sonido de la playa publica se hace presente, y aparece todo el menú veraniego gritado al viento por un par de señoras de blanco, mi abuela me dice que quiere comer una palmera, como si todos los pastelitos pitucos de su amiga no la hubieran dejado satisfecha y detiene a una señora exhausta que se acerca con todo el aroma de sus dulces, retirando el mantel blnaco que cubre berlines obesos de crema pastelera y manjar, pan de huevo, pan de nata y palmeras brillantes al sol por el azucar. Todo ese talento culinario que sirve para parar la olla familiar y alimetar a sus hijos que en fila le siguen guiados por los azucarados olores. "Tan ricas, igual que cuando chica” comenta mi abuela,mientras las arrugas de sus pies se confundían con las raras formas de la arena. Y estaba feliz, yo también, viéndola reluciente, con su gorro alargado y su lentes de sol retro.
Antes de irnos caminamos por la orilla del mar, para lavar los recuerdos tristes y refrescar los felices, se mojo los pies y ponía cara de sorpresa ante la helada marea.
Y se reía, y se fue contenta, como cuando chica.
Dedicado a Ida
domingo, diciembre 18, 2005
CARTA ABIERTA A LA GORDI:
viernes, diciembre 16, 2005
Lanzamiento!!!
Queridos amigos:
Dentro de tantas formas de expresarnos que supuestamente hoy tenemos, el blog es por cierto una de las mas libertarias, sin olvidar que es un medio restringido a quienes tiene la posibilidad de entrar a la red. Sin embargo no se puede negar que es una alternativa para decir lo que se nos venga en gana. A los pocos que ya conocen este micro proyecto llamado cronicas subalternas les parecio inetersante el nombre, asi que les cuento brevemente poque se llama asi:
La cronica es el genero literario del blog por exelecia, es la historia contada desde lo subjetivo, la vivencia no nescesariamente personal de los hehcos que occurren alerededor de uno. para Lemebel uno de los mejores cronistas chilenos la cronica es un genero "bastardo e hibrido" ya que no tiene un origen claro, pero es la mezcla de varios elementos desde el cuento hasta la denuncia periodistica. Pero hay cronicas y cronicas, hay cronicas que no dicen nada, pero otras como las de los blog de algunos ami@ cercanos que realmente son la raja o la de ya clasicos como Lemebel, Gumucio ( que no es de mi total agrado aunque tiene momentos de brillantes) y Monsiabais en Mexico o las ya legendarias del "The Clinic" o "El mundo al instinto". Por cierto que estan las que solo las que solo relatan lo obvio, los de las noticias o los diarios oficiales, las que cuentan pero no te transportan a la vivecia misma de la que se originaron. Por esto creo que las buenas cronicas son la que estan en contracorriente, las que ven en la ciudad cosas que las cronicas televisivas no ven, las que descubre personajes y culruras invisibles al ojo neoliberal. Estas cronicas son subalternas entendiendo este concepto como las subjetividades que no son reconocidas por la modernidad, y menos aun por el Imperio neoliberal. Subjetividades invisivilizadas y que de una u otra forma salen a mostrarse. Con la cronica por ejemplo. Espero que este sea un lugar de intercambio de opiniones pero tambien de un intercambio afectivo de experiencias con mis mas queridos amig@s.
FOTO: "Que ironia, nos tuvimos que tapar la cara para que nos pudieran ver" Mujer Indigena Zapatista.
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